En una encuesta publicada recientemente sobre la contienda a la comisaría residente en Washington DC., Ana Irma Rivera Lassén, que es funcionaria electa y aspirante a la posición de mayor envergadura dentro del Movimiento Victoria Ciudadana y la Alianza País, quedó totalmente invisibilizada. De un plumazo, esta mujer afrodescendiente, y con una distinguida carrera de activismo social y participación política, quedó excluida de la representación que la encuesta vende sobre las preferencias del electorado.

El detalle no nos sorprende porque no es la primera vez, y sospecho que tampoco será la última, en que se borra oportunamente candidatas y candidatos que no son parte del entramado PNPPPD. Una sabe que eso es parte de la complicidad de quienes desean perpetuarse en el poder y, asumiendo ese hecho, he decidido problematizar esa invisibilización, aprovechando que este próximo 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras.

La poeta Maya Angelou nos regaló el siguiente pensamiento: “No puedes controlar todo lo que sucede, pero puedes decidir no ser reducido por ello.” Estas palabras vienen al dedillo pues remarcan la imperiosa necesidad que tenemos las mujeres, en los espacios privados y públicos, de nunca permitir ser reducidas a lo que las estructuras del poder político patriarcal pretenden. Rivera Lassén no sólo es una excelente candidata a la comisaría residente, sino junto a Edgardo Díaz Cruz, también aspirante del MVC, la mejor oferta electoral entre las candidaturas a Washington, especialmente cuando la comparamos con las ofertas del PNPPPD y PD. Es por eso por lo que hoy, ese mismo PNPPD, trata de sacarla de la contienda. La trayectoria de esta mujer habla por sí sola. Invisibilizarla demuestra el impacto que tiene su figura dentro del espectro político electoral puertorriqueño en este contexto de cambio politico.

Es altamente burdo que en el contexto en que vivimos todavía se recurra a esas estrategias tan desgastadas. Primero, porque no representan el sentir de la gente que aspira a un cambio para salirse de las líneas que el PNPPPD han trazado desde hace décadas. Segundo, porque si miramos algunas estadísticas sobre el perfil electoral en Puerto Rico, rápidamente nos daremos cuenta que la invisibilización de una candidata es la invisibilización de un importante y numeroso sector poblacional y electoral. El 54.87% de los votos del 2020 fueron emitidos por mujeres. Entre el electorado, las mujeres alcanzan el 54.11%. Si hablamos de las nuevas inscripciones, las mujeres ocupan el 50.63% y esto sin hablar del drástico aumento en candidaturas de mujeres. En el MVC contamos con sobre doscientas candidatas para las elecciones del 2024.

Quienes sostienen y representan el patriarcado van a decir que estas cifras no representan nada, son sus argumentos para sustentar sus estrategias de invisibilización. Pero de eso, precisamente, se trata nuestro proyecto político, de romper con las visiones y prácticas represivas, sexistas y retrógradas, para hacer una política nueva en la que todos y todas ocupemos el espacio que por justicia y equidad nos corresponde. Lo dijo hermosamente Angelou: “Haz lo mejor que puedas hasta que sepas más y cuando sepas más, hazlo mejor”. Ahora sabemos mucho más y nos toca hacerlo mejor.