Opositores de la Alianza: Palo si bogas, palo si no bogas

2024-01-05T12:02:00.000-04:00

Hace pocos meses, el Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño recurrieron al tribunal para impugnar la prohibición contra las candidaturas coligadas por ser contraria al derecho constitucional a la asociación.

En ese momento, el Partido Nuevo Progresista expresó lo siguiente: “Nada impide, inclusive, que un partido endose el candidato de otro partido, ya sea mediante el endoso público de esa persona y/u optar por no postular a un candidato a la posición en cuestión”. Más aún, el PNP argumentó: “Nada impide que dos (2) partidos o más escojan unirse para una elección. De igual manera, nada impide que Dalmau Ramírez y Natal Albelo corran para el puesto que deseen […] por el partido que los acepte, en conjunto o independiente de cada uno o apoyándose uno al otro o no”. Eso fue el 31 de julio de 2023.

Algo similar argumentó el Partido Popular Democrático: “La Ley Electoral no restringe la capacidad [del] PIP y MVC y sus miembros para respaldar, apoyar o votar por cualquier persona que deseen […] El candidato preferido de los Apelantes continuará apareciendo en la papeleta, aunque como candidato de otro partido”. Eso fue el 3 de agosto de 2023.

El Tribunal de Apelaciones adoptó esta postura. En su Sentencia, el foro apelativo concluyó que la prohibición contra las candidaturas coligadas no afectaba significativamente los derechos constitucionales del MVC y el PIP —y sus respectivos integrantes—, pues estos “tienen a su disposición otros canales o vías para difundir su mensaje de apoyo a su candidato predilecto”. Es decir, que existían “vías alternas que les permiten difundir su mensaje”, como apoyarse recíprocamente en cuanto a ciertas candidaturas.

Cabe mencionar que esa fue, precisamente, parte de la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en el famoso caso de “Timmons”. Tanto el PNP como el PPD plantearon que dicho caso era decisivo en el pleito sobre las candidaturas coligadas. Curiosamente, el Supremo federal en dicho caso expresó repetidamente que los partidos “may campaign for, endorse, and vote for their preferred candidate even if he is listed on the ballot as another party's candidate”.

Y eso hicieron precisamente el MVC y el PIP: en un acto histórico de desprendimiento y compromiso con el país, han optado por poner en riesgo sus respectivas franquicias electorales mediante el apoyo del MVC a la candidatura del PIP a la Gobernación, mientras que el PIP apoyará la candidatura del MVC a la Comisaría Residente.

No han transcurrido seis meses y ahora el libreto de las personas que se oponen a la Alianza es exactamente opuesto al que esbozaron durante el pleito judicial. Ahora el PNP y el PPD plantean que es improcedente que el MVC cumpla con la ley al nominar un candidato a la Gobernación bajo su columna y haga un llamado a votar por Juan Dalmau para la Gobernación. Lo mismo en cuanto al PIP y la Comisaría Residente. Tal parece que palo si bogas y palo si no bogas. Afortunadamente, en una democracia, la última palabra la tiene el electorado.

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