La esperanza y el cambio en tiempos turbulentos
2024-02-05T21:43:00.000-04:00
Son tiempos turbulentos en nuestro escenario político actual. Hay varias razones y, por razón de espacio, me circunscribo a dos que resaltan.
Por un lado, está el evidente desgaste de los dos partidos tradicionales que han detentado la administración pública durante décadas. Tal desgaste, con la debida erosión de sus fuerzas electorales, obedece más que nada a un agotamiento de su oferta política debido a la corrupción, a la mediocridad de sus representantes, a la llanura en el tratamiento de los temas y el incumplimiento de promesas empeñadas elección tras elección.
Por otro lado, el surgimiento de nuevas colectividades políticas supuso un cambio abrupto del panorama. La población electoral vio nuevos horizontes que se ampliaron con el respaldo que recibieron Alexandra Lugaro y Juan Dalmau. Sin duda, las dinámicas electorales, incluyendo lo concerniente al debate público, se alteró para bien. A raíz de la elección del 2020, las coordenadas político-electorales mutaron y los partidos emergentes llenaron espacios antes vetados por el control del PNP y PPD.
Era de esperarse que la alteración en el libreto político-electoral surtiera un poderoso efecto en aquellos sectores que vieron su poder e influencia amenazados. Vemos todos los días cómo el PNP y el PPD exhiben sus ansiedades y trucos para tratar de quitarnos empuje. Tanto es el terror que hasta atentan descaradamente contra los procesos democráticos, incluyendo los mismos que ellos usan para estar donde están. Es como el cuento de la persona caprichosa que, al no ganar el juego de pelota, se lleva el guante y la bola para que nadie más juegue.
El bipartidismo no comprendió la lección del 2020. Su reacción fue de trinchera y amenazas y, por ahí, se les coló el pánico. Nunca dieron paso a la necesaria reforma electoral, ni se comprometieron con mayor transparencia en los procesos. Al contrario, se aferraron a su dominio institucional, la CEE es buen ejemplo, y montaron su estrategia para estrangular todo intento de cambio electoral, incluyendo candidaturas independientes. ¿Ejemplos? Limitan los espacios de diálogo y participación, obstaculizan el proceso de inscripción electoral, ponen trabas a la participación ciudadana en los procesos democráticos y recurren al aparato judicial para frenar lo que es inevitable.
El país ha despertado porque está cansado y cansada del PNP y el PPD. Exigimos un cambio genuino, no queremos más corrupción ni mediocridad ni obstáculos y resistencias al ejercicio democrático. Por eso, en el 2019 Victoria Ciudadana se fundó con una agenda de cambio real que representara una alternativa ante el desgaste del bipartidismo y el colapso de su modelo de administración pública. Contamos con el apoyo de la gente que aspira al cambio, hemos crecido y dado ejemplo de verdadero compromiso al promover una Alianza de País junto al PIP. Ante esto, al PNP y PPD no les queda más remedio que temblar.
La voluntad de cambio está presente en todos los sectores de la sociedad y esa voluntad encontrará el cauce necesario para expresarse. La experiencia del Verano del 19 sigue presente en nuestro imaginario colectivo. Somos conscientes de nuestro potencial como pueblo. El bipartidismo lo sabe, por eso opta por la frivolidad. La Alianza de País vencerá en las urnas y de eso no tenemos duda. Así pues, sigamos hablando de propuestas y proyectos porque es lo que el país requiere.