"Se acabó el discurso de odio", confesó Jenniffer González en conferencia tras las elecciones, reconociendo así el asalto a la razón que el PNP llevó a cabo en todos los frentes de su campaña. En radio, prensa, vallas publicitarias y televisión, se desplegó una costosa estrategia macartista que desempolvó viejos discursos tomados directamente del playbook del temor rojo.

Una cantidad abrumadora y ensordecedora de anuncios manipuló a los votantes, apelando enteramente al miedo y la desesperación en lugar de presentar un plan de gobierno con soluciones a los problemas que ellos mismos y sus partidos han creado. 

Múltiples pautas en meros intervalos de minutos saturaron los medios con intención de hipnosis. Los anuncios se repetían insistentemente a forma de avances de una película de terror hasta apoderarse de toda posibilidad de razón por parte de la audiencia. 

El regreso del titiritero y el marco discursivo pro PNP de Jugando Pelota Dura fueron puntas de lanza en una férrea ofensiva dirigida a sembrar terror en las personas más vulnerables, contaminándolas con la idea de que su propia subsistencia sería amenazada si los candidatos de la Alianza ganaban. 

Claramente, la inversión multimillonaria de esta ofensiva mediática dió fruto, imponiéndose incluso sobre nuestra experiencia y el reconocimiento de las dificultades que enfrentamos diariamente debido a la inacción, desgobierno y corrupción que son la marca del bipartidismo. 

Muerta la promesa de la estadidad a menos de 24 horas de las elecciones

Tan falsa y mal construida fue esta campaña de miedo que, a menos de 24 horas de finalizadas las elecciones, ya comienza a desmantelarse. Poco después de que Donald Trump fuera declarado ganador en la contienda presidencial de los Estados Unidos, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, tomó el microfono para entre otras cosas afirmar, rotundamente, que “no se admitirán nuevos estados”. 

Las palabras de McConnell confirman lo que ya la inmensa mayoría del país sabe: el caucus republicano no tiene interés alguno en atender ni apoyar la estadidad, promesa principal de la campaña de Jenniffer González y el PNP, quienes la utilizaron nuevamente como un silbato de perro para movilizar al electorado más fiel hacia las urnas.

Las declaraciones son un golpe fatal a las aspiraciones de la comunidad estadista, que confió y decidió conceder su voto basado en la promesa de la "unión permanente" repetida tanto por González como por el candidato del PPD. El PNP construyó una campaña de terror prometiendo una relación de estatus que ni siquiera es contemplada en el plan de gobierno republicano y que, en reiteradas ocasiones, ha sido descartada.

Al terror comunista y la campaña fundamentada en la promesa de estadidad se suma la noticia de que hoy, el tan mencionado Nicolás Maduro felicita a Donald Trump por su victoria, augurando apertura y colaboración entre los gobiernos de Maduro y Trump en favor de mejores relaciones económicas entre Estados Unidos y Venezuela. Como tristemente dijo para la eterna infamia el renunciante Ricardo Rosselló: “Gran trabajo, guys. Cogemos de ‘pend***s’ hasta a los nuestros."

¿Y qué hacemos ahora?

Victoria Ciudadana no ha parado ni descansará en su labor de fiscalizar y defender tanto el proceso eleccionario como nuestra agenda urgente. Esto incluye, ahora mismo, estar presentes y apoyar a nuestro equipo de funcionarios durante todo el proceso de conteo de votos, que aún no ha concluido. 

Es nuestro deber asegurar que el proceso se complete en su totalidad para garantizar la transparencia y la confianza. Tu voluntad como votante debe ser respetada, y la haremos valer. Varias contiendas siguen reñidas, y es nuestra responsabilidad defender la voluntad democrática de nuestro país hasta el último voto. Esta semana pasaremos del conteo de la Noche del Evento al Escrutinio General, y existen muchas formas de apoyar la continuación de este trabajo crucial. 

Si estás en Puerto Rico, únete al conteo de votos y al Escrutinio General para proteger la transparencia del proceso. Si no tienes tiempo o eres parte de nuestra diáspora, puedes apoyarnos compartiendo nuestros mensajes, manteniendo informados a tus amigos y familiares sobre el proceso, o haciendo una aportación de $25 dólares en www.mvc.pr/contribuye. Contra las campañas de miedo y una maquinaria millonaria de inversionismo político, tu aportación es esencial para mantener y multiplicar nuestros esfuerzos.

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